RUGIDO DEL MOTOR
Son las 8 de la mañana cuando llegamos al pantalán J del puerto de Étel. ¡Es al menos -8000 ! En esta hermosa mañana de febrero del año de gracia 2018, el cielo está despejado, se levanta una ligera brisa, el sol ilumina con sus primeros rayos nuestros famosos dos mástiles. En resumen, el clima es ideal para un poco de mecánica.
Luego de luchar por abrir nuestro querido bote, el olor a diesel invade nuestras fosas nasales aún saturadas de café (muy fuerte) que tuvimos que tragar en menos de 10 minutos.
Echamos un vistazo a la lista de trabajos publicados en la tabla del mapa. En programa: cambio de aceite y gasóleo del motor, desmontaje del depósito, cambio de filtros, sustitución de determinadas mangueras, etc.
(Sí, nuestro viejo motor Perkins es sólido, pero le gusta cuando lo mimas)
Atacamos el cambio de aceite, armados con nuestro destornillador, linterna y bomba de aceite, hundimos de cabeza y los cuatro fierros al aire en las entrañas de la bestia...
El montón de tuberías azules, goteras negras y tornillos agarrotados pusieron a prueba los nervios de Sarah. Ella emerge regularmente, con la cara manchada de negro, gruñendo contra este viejo motor que se le resiste.
Alex, que vino a reforzar la magnitud de la tarea, comparte con nosotros su experiencia. ¡Hay que decir que el bugger sabe de motores!
Cuando aparece una dificultad, los dos compañeros discuten, se rascan la cabeza, calculan y juntan sus respectivas intuiciones para intentar que este hermoso mecanismo vuelva a ronronear.
Hacia las 14 h, primeras horas de la tarde, vienen a echar una mano los viejos lobos de mar de Étel. Efectivamente, desde que el barco llegó al puerto, los abuelos de Sarah no escatiman en medios. Reclutaron a vecinos, amigos mecánicos, conocidos y electricistas aficionados para mejorar nuestro velero.
Cada uno tiene su propia opinión, discute, se contradice y nos confunde. Pero no se asuste, después de 20 minutos de discusión, la solución es unánime. Alivio general, las soluciones están al alcance de una llave inglesa. Ni uno ni dos, nos volvemos a hundir en el lodo por todos lados.
Después de muchas contorsiones y bloqueos en la espalda de nuestros dos jóvenes padawan con la jeringa de aceite, estamos llegando al final : el cambio de aceite se realiza con éxito, la nueva correa del alternador está operativa y las mangueras en su lugar. Todo lo que queda es limpiar todo.
¡Muchas gracias a los lugareños experimentados, que nos dieron muchos buenos consejos y que tuvieron la paciencia de explicarnos todo !
el equipo 2018